Tarta selva negra tuneada

Hace ya un tiempo, para otra preparación y por miedo a que no nos diera tiempo, compramos unas planchas de bizcocho para hacer una tarta (de esas que está el bizcocho entero cortado en tres láminas).

 

En aquel momento no lo usamos y apareció el otro día en el fondo de un cajón a punto de caducar.

 

Así que, manos a la obra. Y aunque la tarta selva negra utiliza bizcocho de chocolate en su elaboración, con un pequeño “truqui”, se arregla ese bizcocho.

 

1. Abrir el bote de mermelada y separar las cerezas de la confitura.
2. Cortar las cerezas por la mitad.
3. Poner a calentar el agua con la confitura y el cacao.
4. Remover hasta que se hayan disuelto los ingredientes. Reservar.
5. Hervir  100 ml de nata, retirar del fuego y disolver las hojas de gelatina, previamente hidratadas en agua fría.
6. Traspasar la mezcla a un recipiente grande donde dejar enfriar.
7. Mientras se enfría, montar el resto de la nata. Debe estar muy fría para que monte correctamente. 
8. Añadir poco a poco la nata montada a la que lleva la gelatina con movimientos envolventes para que no baje. Guardar en la nevera.
9. Empapar una de las capas de bizcocho con el almíbar de cacao. Poner una capa de nata montada (aproximadamente 1/3 del total de nata) y la mitad de las cerezas. Hacer lo mismo con la siguiente capa.
10. Finalmente empapar la última capa de bizcocho y cubrir la tarta con la nata que queda. Guardar en nevera.
11. Para la decoración fundir el chocolate en el microondas, con cuidado de que no se queme. 
12. Repartir el chocolate encima de una hoja de papel de horno de manera que quede como una lámina y dejar que se enfríe en la nevera unos minutos.
13. Romper el chocolate en trozos y repartir por encima de la tarta.
14. Espolvorear con cacao en polvo.

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