Navideña Felicitación 2011
Al principio, todo es posible.
Pero la cruda realidad vuelve a ponerte los pies en el suelo. Tu imaginación, ávida de altos vuelos y combinaciones ignotas, dejó a un lado el sentido práctico y, lo que es peor, el sentido común. Las tareas se multiplican, las dificultades saltan en cualquier esquina provocando un rosario de maldiciones que van brotando de tus labios a la par que reconoces que el destinatario de tales imprecaciones es el mismo que el que se empeña en recitarlas.
Poco a poco el equilibrio se impone entre los altos vuelos novedosos y los imperativos de la logística, añadiendo cierto nivel de decepción al reconocer lo lejos que quedaron los creativos orígenes, aún cuando la trama práctica sigue siendo compleja y tediosa. Mecánica. Sin margen de error. Con un ojo en la tarea y otro en el reloj que, impávido, no tiene en cuenta lo ajustado del margen, a duras penas meditado, que se ha establecido para todo lo que todavía queda en el aire.
Impenitente el tic-tac, acercando con su vaivén el plazo a su final, nos pincha para simplificar, eliminar y reducir las aspiraciones iniciales, incluso los compromisos posteriores, más allá de los equilibrios alcanzados.
Al final, mirando atrás un camino sembrado de ideas, renuncias, errores, frustraciones, claudicaciones, horrores, cesiones, observas satisfecho el resultado, esperando sorprender aún con todas las limitaciones.
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