Coulant de Lemon Curd

Hemos estado ensayando diferentes técnicas de hacer coulants, es decir, esos bizcochitos tan monos que están calentitos y cuando los abres, el corazón es líquido cremoso.

 

Aquí no damos puntada sin hilo. El otro día hicimos lemon curd y con él vamos a utilizar la primera técnica, la del corazón congelado (que bien podría ser el nombre de un tango).

 

El principio es fácil. Congelamos la crema que queramos que sea líquida al abrir el coulant y la ponemos en el centro del bizcocho en el momento de enmoldar y al horno. Mientras el bizcocho cuaja, el centro se derrite, pero queda enclaustrado en el interior.

Esta técnica es preferible a la de congelación completa y cocción superficial cuando el saborizante que usas (en este caso el lemon curd) puede no ser capaz de tapar el sabor de la harina que se utiliza para hacer el bizcocho.

¡A ellos, que son pocos y cobardes!

1. Poner el lemon curd en un molde para cubitos de hielo y congelar.
2. Derretir la mantequilla en el micro.
3. Batir los huevos y el azúcar hasta obtener una crema.
4. Añadir la harina, la mantequilla, el lemon curd (el que no está congelado) y el zumo de limón. Mezclar bien para integrar todos los ingredientes.
5. Pintar los moldes para flan con mantequilla
6. Rellenar el fondo con un poco de masa, poner un cubito de lemon curd (dos si son pequeños) y acabar de llenar con la mezcla, pero dejar a 1 cm del borde.
7. Introducir en el horno, precalentado, a 180º y hornear durante unos 10 minutos hasta que el bizcocho suba y la parte superior esté cuajada.
8. Desmoldar con cuidado en caliente y servir.

¡A vuestra salud!