Una pausa en Sevilla
Hoy no traigo una receta… Traigo muchas, aunque no las he hecho yo.
Estuvimos en Sevilla. Tuve que ir por unas jornadas técnicas y nos quedamos el fin de semana.
Llegamos el jueves por la tarde. Nos fuimos al centro a dar una vueltecilla. Acabamos cenando en un sitio del centro. Si bien cenamos en un sitio razonable (una buena ensalada, unas buenas tortillas de camarón y una fritura más que correcta) a un precio justo, nos quedó la impresión de que habíamos cenado en un sitio muy orientado a turistas.Bodeguita de Antonio Romero (C/ Antonia Díaz)
“Para comer lo tengo todo lleno, para tapas y raciones, en la barra”.
Pues tapas y raciones, que es a lo que íbamos.
“Nos han recomendado la pringá”.
“Pues os pongo uno de pringá y un piripi y los probáis”
PiripiBocadillito (tamaño pito) de bacon y lomo de cerdo ibérico (cortado en loncha casi tan fina como el bacon) con tomate natural cortado y un puntito generoso de mayonesa.
PringáBocadillito (tamaño pito) con “pringá”, que es una mezcla de las carnes y embutidos procedentes del cocido, una vez desmenuzados.
MantecaitoLonchita de pan tostado, lomo de cerdo ibérico a la plancha, cebolla frita y una cortada de jamón por encima, sudando. Para comerlo (consejo del camarero), poner una de las cortadas de pan con las que lo sirven por encima y darle la vuelta para comer como un montadito.
Manitas JumillanoUnas manitas de cerdo con salsa de toma pan y moja (o en su defecto, las patatas fritas de acompañamiento con las que lo mojé yo) a base de pimientos, choriceros, ñoras y pimentón. Me han dicho las malas lenguas que al parecer lleva el nombre de un restaurante de Alicante, llamado “El Jumillano”.
La tapa de manitas |
Sevillano (y su variante, Bético)Parecido a un flamenquín de jamón dulce y queso con un centro de carne. Y su variante bética, con espinacas. Para que no se enfade nadie.
Rollito de mero y gambasSimilar a una croqueta, pero de pescado. Espectacular.
Una curiosidad ¿No se prepara rebujito en Sevilla fuera de la Feria de Abril? Porque lo pedimos en tres sitios y en los tres nos dijeron que no. A mí, particularmente, no me gusta (me parece estropear un buen vino, como si a un buen tinto de crianza le pones gaseosa…), pero mi mujer quería probarlo. Se quedó con las ganas.
Bar Europa (Plaza del Pan)
Tapa del día – Pincho de pan, mozzarella, anchoa y tomate seco.
Pese a la aparente simplicidad, esto no es lo que parece. Sobre un pan en condiciones, la mozzarella no era el típico trozo de jabón sin sabor que muchas veces aparece. Llevaba, hasta donde yo puedo distinguir, una anchoa grandecita en salazón casero (si son industriales, que alguien me diga dónde conseguirlas) y con un chorro de un buen aceite de oliva por encima. El tomate seco, rehidratado y emulsionado con aceite de oliva como una pasta, que no sólo aportaba un punto de color al plato, sino que le daba un puntito ácido que no tiene lo demás. Una tapa redonda. Esta tapa no estaba en carta. La vimos apuntada en una pizarrita como tapa del día, así que si vais otro día igual no está.
Freiduría la Isla (C/ García Vinuesa)
“Podéis pedir media cuarta, y así os sale más variadito”
Así que pedimos, extendimos el cucurucho sobre una mesa y nos lo cenamos allí mismo:
Gazpacho
Es curioso. Hace tiempo que el gazpacho está instalado en gran parte del ideario de la gente como primero de menú playero para turistas (ya sabéis, de primero gazpacho aguado y de segundo, paella de rancho). En defensa del gazpacho he de decir que lo hemos comido en tres ocasiones estando por aquí y a cual mejor. Ni aguado, ni de bote, ni nada. Gazpacho natural, cada uno con su matiz (uno tenía más ajo, otro más vinagre, …), pero buenos. Muy buenos.
Adobo
Como siempre lo llamamos cazón en adobo, me costo acordarme de cambiar el chip. Espectacular, tanto el adobo con ese puntito de comino, como la fritura, ligerita pero crujiente.
Boquerón
Aquí he de decir que me gusta más el que hago yo. La fritura estaba bien, pero los boquerones estaban un pelín sosos.
Chipirón
Aquí el nivel de crujiente de la fritura pasaba a ser extra-plus. Los recovecos del chipirón recojen mucho mejor la harina y hacen que el conjunto sea muy crujiente.
La fritura. Obsérvese que la blonda está prácticamente limpia de aceite, con lo que la fritura no estaba nada aceitosa y sí muy crujiente. |
Mi mujer se quedó llena a falta de un postrecito. A mí, me quedaba un huequito, así que nos acercamos a otro sitio.
“Mi mujer ya ha cenado, pero yo me comeré un par de montaditos”
Montadito de morcilla de hígadoSencillo. Cuatro cortaditas de pan tostado calentito, dos cortadas de un dedo de grosor de una morcilla que se funde en la boca y que, para los devotos de la casquería como yo, mezcla el sabor a hígado con un toque que me recordó al comino y la canela. Celestial.
Montadito de lomo al JerezEste montadito me despistó. Esperaba una cortada de lomo guisada en salsa., pero apareció un bocadillito de pan calentito con un especie fiambre cortado fino y un chorro de aceite. No logré distinguir el aroma del Jerez, aunque el conjunto es muy sabroso.
Naranja preparadas con aceite de oliva y canelaUna naranja preparada con un buen chorro de aceite de oliva y espolvoreada con canela. Si bien la naranja era “un poc pelluda” (se dice de las naranjas en la que la tela que contiene los gajos es gruesa y difícil de comer), la combinación está muy acertada.
¡A vuestra salud!