Mona de Pascua

Mona de Pascua

Mona de Pascua

Mona de Pascua

Estamos en Semana Santa. El lunes Pascua. Y aquí es festivo. Tradicionalmente, los padrinos regalaban las monas a sus ahijados para que el lunes de Pascua fueran de excursión a comérsela. Si mal no recuerdo, es una de las primeras salidas en grupo que se nos permitía hacer sin vigilancia paterna.
 
Además está el huevo. El huevo duro que, indefectiblemente, debe estamparse en la frente de algún desprevenido (en la época, buscabas que fuera la frente del/la chic@ que te gustaba).
 
Aunque parezca una chorrada, los anisetes o bolitas de azúcar que se ponen en la superficie tienen una función. Dos días después de hechas, se van fundiendo sobre la superficie manteniéndola húmeda, lo que hace que este “panquemao” se pueda mantener un poco más tierno durante unos días.
 
La receta de la masa procede de un libro de la Diputación de Castellón que estaba por la estantería de casa y lo cierto es que dos días después de hecha, no se ha acartonado como suele pasar con las monas habitualmente.
 
Ingredientes
  • 3 Huevos
  • 1 vaso de aceite de girasol
  • 1 vaso de azúcar
  • 1 vaso de agua tibia
  • 2 cucharadas de agua de azahar
  • Harina (la que admita, en este caso 1 kg)
  • 2 pastillas de levadura
  • 1 huevo para decorar
  • Huevos duros
Consideraciones sobre los ingredientes
  • Como podéis ver, lo huevos duros son de colores. Los hemos comprado así, pero podéis hacer huevos duros en casa y teñirlos con colorante.
Al lío
  1. Batir los huevos con el azúcar.
  2. Añadir el aceite y el agua, donde previamente se habrá disuelto la levadura, y el agua de azahar. 
  3. Añadir la harina poco a poco hasta conseguir una masa flexible y que se pegue ligeramente a los dedos.
  4. Dejar levar en un lugar tibio y oscuro hasta que haya doblado su tamaño. Mínimo una hora.
  5. Coger la cantidad deseada y moldear la mona. Dejar levar una hora más.
  6. Pintar con huevo y un poco de azúcar, decorar con huevo duro.
  7. Hornear durante unos 20 minutos a 180º.

Progreso

Ingredientes
Huevos y azúcar
Batimos
Ponemos la harina
Ya levadas y decoradas, dos formas típicas
Ya levadas y decoradas, otras dos formas típicas
Ya horneadas

¡A vuestra salud!

7 comentarios

  1. Cómo nos hemos puesto de monas, eh?
    Lo que más me gusta es que no se acartonen ni se pongan como suela de zapato, que es lo que suele pasar. Yo he probado a congelarlas, veremos cómo resultan mañana.
    Si les tuviera que encontrar un pero, sería la cantidad de levadura, pero tienen que estar esponjosas y nada pesadas.
    Moneros que somos, oiga!
    Besos

    • La cantidad de levadura es la que marcan las pastillas. La receta, tal como viene en el libro, pone esa frase tan de abuela “harina, la que admita”. Inicialmente, pusimos una sola pastilla (la cantidad que marca para 500 g de harina), pero como admitió 1 kg, subimos la cantidad de levadura, simplemente para no tener que esperar tanto para los levados.

      Las nuestras, dos días después, están un poco secas por fuera en las partes cortadas, pero nada que no resuelva una tostadora.

      Mi experiencia con la congelación es que a corto plazo se quedan un pelín babosas y a largo, resecas. Ya me dirás como han resultado.

      Besos.

  2. Mira, iba a buscar la receta por internet, ya no la busco, me tomo nota de la tuya. Es que tenía muchas ganas de hacerla, porque a mi niño le encantan.
    Con tu comentario del principio me has llevado a la niñez, cuando íbamos al campo a comer la mona de huevo duro y la esclafábamos en la frente del primer distraido, que divertido. Ahora con la nueva moda del huevo kinder esa tradición se está perdiendo un poco.
    Besetes!!

  3. Muy bonitas estas monas y muy interesante lo que cuentas sobre ellas. Como en mi tierra no son tradición no conocía “el protocolo”. Tampoco sabía de la función de los anisetes, qué interesante.. Se ven muy ricas en las fotos

    Un abrazo

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