Quelitas featuring Tigelle
Plato: aceite, ajo, cocina, destacados, entrantes, manteca, receta, tradicionalesDificultad: Fácil2-4
raciones30
minutos12
minutosTodos los años, nuestros amigos Paolo y Bea nos invitan a cenar una plato curioso, procedente de las montañas de Módena. Aunque se las conoce oficialmente como crescentine, vulgarmente se llaman tigelle (que es el cacharro con el que se hacían antiguamente; básicamente una piedra, redonda y plana, que se calentaba al fuego y sobre la que se ponía la pasta, que crecía, de ahí el nombre de crescentine).
Actualmente se hace una masa levada similar al pan, cocida en unos moldes tipo gofrera sobre el fuego. Hincha un un poco, lo que permite partirlas por la mitad y rellenarlas.
El acompañamiento tradicional de las tigelle es una mezcla de manteca, ajo y romero llamado cunza o pesto modenese, añadiendo parmesano rallado en el momento de la preparación del bocadito. Además, suelen poner un buen surtido de embutidos (incluyendo mortadela, por supuesto), patés, quesos de untar, … y de postre Nutella.
El no tener los moldes dificulta el poder hacer tigelle en casa de cada cual.
Por suerte, la gastronomía patria ofrece un magnífico sustituto. Les galetes d’oli, galetes d’Inca o quelitas (en honor a una visita que hizo Grace Kelly a las islas Baleares, fíjate tú) son una fórmula similar, un poco más crujiente y que no necesita de herramientas específicas. Sólo un horno.
Las volví a recordar gracias a #TodosConManu. Así que revisé la receta de Manu CatMan y nos pusimos manos a la obra. Eso sí, usamos como relleno la cunza de las tigelle y una magnífica sobrasada mallorquina. Y algunas cosas más.
Ingredientes
100 g de agua
50 g de aceite de oliva
50 g de manteca de cerdo
15 g de levadura fresca
275 g de harina
5 g de sal
- Relleno (cunza)
50 g de manteca de cerdo
1 diente de ajo
Romero
A la cunza le puse cebollino y perejil porque el romero que tenía estaba un poco pocho.1 cucharadita de queso parmesano rallado
Normalmente la cunza no lleva incorporado el parmesano, pero a mí parece así un poco más sabrosaSal
Instrucciones
- Mezclar el agua con el aceite, la manteca y la levadura.
- Una vez obtenida una mezcla homogénea, ir añadiendo poco a poco la harina tamizándola, sin dejar de remover.
- Llegado el momento, amasar con la mano hasta incorporar toda la harina. Debe quedar un poco aceitosa (por eso se llaman galetes d’oli).
- Estirar la masa hasta obtener una capa de medio centímetro de grosor (6 mm según nuestro rodillo con regulación de altura, una cosa por demás).
Esta masa ofrece un poco de resistencia al rodillo (retrocede al estirarla). Si la dejáis reposar un poco antes de estirarla, estirará mejor. - Con un cortapastas (o un vasito o una tacita) cortar círculos en la masa de unos 4-5 cm de diámetro.
- Volver a amasar y estirar los recortes, recortando más círculos hasta terminar la masa.
- Pinchar los discos de masa con un tenedor para que no suban en exceso o partan en la parte superior.
- Poner en la placa de horno engrasada o protegida con tapete de silicona o papel de horno.
- Precalentar el horno a 200 ºC, arriba y abajo, con aire si lo tenéis.
- Dejar reposar. Yo lo dejé unos 40 minutos, pero con 20 debería ser suficiente.
- Bajar el termostato del horno a 180 ºC y hornear las quelitas, colocando la bandeja en una posición media-inferior (para evitar que se nos oscurezcan demasiado por la parte superior).
- Sacar del horno cuando empiecen a coger color. En nuestro caso, unos 15 minutos.
Servir calentitas junto con los rellenos para que los comensales las abran y las rellenen con lo que más les apetezca. - Relleno (cunza)
- Reblandecer la manteca de cerdo hasta que sea fácil trabajarla.
- En un mortero, majar en pomada el diente de ajo con un poco de sal y el romero (o el perejil o cebollino).
- ñadir la manteca de cerdo y remover hasta obtener una pasta homogénea.
- ñadir el queso parmesano y volver a remover hasta que se incorpore.
- Conservar en la nevera, pero ablandar un poco antes de servir.
- la hora de servir, junto a una quesera con queso parmesano rallado para que el comensal añada un poco más a su gusto.
¡A vuestra salud!
Por dios que rico
¿Ves todas las que había? Nos las zampamos entre dos… Lo malo es que nos pasamos la noche deseando hacernos socios de Laboratorios Almirall (que comercializa el Almax) XD. Besos.
esto si que e sun lujo… salir en 3 recetas de este blog es demasiado!!!! muchisimas gracias por la confianza… me alegro que os gustasen… yo tengo que volver a hacer para cambiar la foto de una vez….
Pues espera, que mi mujer está estudiando el New York Cheese Cake. Igual un día de estos, te sorprende. Un abrazo.
que cena mas buena !!
Te lo aconsejo más para comer, porque es muy vicioso y al final comes más de lo que deberías. Y dormir se complica! XD. Besos.
No tienen mala pinta, sólo tienes que cambiar el agua por leche y nata y ya tienes la receta de las tigelle.
El truco del horno ya lo hemos probado alguna vez y la verdad es que es mucho más cómodo que y con el molde controlando el fuego.
A mi también me parece que la cunza con el parmesano arrejuntao está mucho mejor, pero ya se sabe que con los puristas hay cosas que mejor no plantearlas
¿No te suben mucho las tigelle en el horno? Porque en las quelitas la cantidad de levadura, el dejar levar tan poco antes, no crecen demasiado. Pero he visto la masa que hacéis y debe llevar levando como 1 hora o más, con mucho aire dentro. En el molde, limitas el crecimiento.
Qué ganas le tengo a estas quelitas !! y viendo las tuyas, más, ¡qué buena pinta! Un día de estos me pongo con ellas, ¡a la lista de pendientes!
Abrazos
Buenas están… demasiado! Huye, huye! Son una herramienta del Maligno! XD Besos.